lunes, 13 de junio de 2016

La medicina intervencionista del dolor. Técnicas y beneficios

Dr. Marcello G. Meli


La radiología intervencionista del dolor es en realidad una cirugía mínimamente invasiva que emplea la imagen para llevarse a cabo. Es también conocida como cirugía radiológica.

De todos modos el término ‘cirugía’ no debe asustar dado que, y aquí está la ventaja de usar la radiología en tiempo real, se pueden abordar los tejidos de una forma percutánea, con uso de agujas o cánulas, sin necesidad de abrir la piel. El objetivo es llegar a la lesión que produce el dolor para tratarla, bien con uso de inyección de fármacos (infiltración), bien con la exclusión de la transmisión nerviosa dolorosa (rizotomía o rizólisis).


En el mundo del dolor crónico la diana de los tratamientos intervencionistas es casi siempre la columna vertebral, en todos los niveles, desde la base del cráneo hasta el coxis. La radiología intervencionista del dolor puede emplearse tanto para localizar el origen del dolor como para, posteriormente, reconocer ese tejido y tratarlo oportunamente. Se utiliza contraste radiológico iodado u otro tipo de contraste (gadolinio) si nos encontramos con un paciente alérgico. 

La técnica requiere de una sala autorizada para el uso de rayos x con condiciones de asepsia (nivel de higiene que permite realizar intervenciones). El paciente se acomoda sobre una camilla radiotransparente, gracias a la cual se obtienen imágenes con un alto nivel de calidad. Las dosis de radiación x empleada son muy bajas, porque los rayos sirven como guía al tratamiento, no se precisa una calidad diagnóstica (como podría ser para una radiografía de tórax o un TAC). Nuestra sala y nuestros aparatos están autorizados por el consejo de seguridad nuclear y cada año se someten a una auditoría.


El beneficio para el paciente es inmediato, desde la perspectiva de la experiencia de tratamiento, para empezar, porque no se requiere ingreso. Además, la ejecución de la técnica es precisa y rápida, y el alta se obtiene en 30-60 minutos de media. Luego hay que añadir que la precisión se traduce en efectividad pues la técnica dirigida por imagen es altamente específica, logramos así gran eficacia y efectos secundarios mínimos, casi nulos.


El empleo del intervencionismo ha supuesto una verdadera revolución en el tratamiento del dolor crónico, porque ha dado un giro radical a la eficacia de nuestra práctica logrando que los pacientes obtengan alivio rápidamente y de forma duradera. Estos logros y el consiguiente cambio en el pronóstico del dolor nos han permitido bajar drásticamente la prescripción de fármacos, ofreciendo una mejor calidad de vida a nuestros pacientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario